The Cathedral of St. Philip - Atlanta, GA

Por Su Autoridad

Un sermón de Padre Juan Sandoval
Epifania 4 – Año B

 

¿Qué es autoridad? Hay personas que tienen autoridad por su trabajo a carrera. Por ejemplo, un policía tiene autoridad de mantener el orden y paz en tal pueblo, cuidad o nación. En la fuerza armada, los oficiales tienen autoridad sobre un grupo de soldados o marineros. Estos tienen su autoridad dado por el presidente y congreso de los Estados Unidos. Aquí en la Catedral, el deán tiene autoridad por ser elegido por la congregación y presentado por la junta o reunión de laicos elegidos. En la vida, Jesús tiene la autoridad del Padre y Jesús les da a sus discípulos autoridad de sanar, predicar y expulsar demonios. 

La “autoridad” es un tema bíblico importante. La palabra griega más popular para “autoridad” es exousia (a veces traducida como “poder”). Esta palabra, con una variedad de usos, se encuentra unas 102 veces en el Nuevo Testamento. 

Leemos, en otros evangelios, cómo Jesús contrastó su comprensión de las Escrituras del antiguo testamente con la comprensión de los escribas. No citó las enseñanzas de los escribas y rabinos como vinculantes, pero esperaba que otros vieran sus enseñanzas como superiores a las de ellos. De hecho, enseñó con la autoridad de Dios. 

Jesús pudo ejercer una autoridad sobrenatural sobre las fuerzas de la naturaleza. Jesús tiene autoridad sobre demonios, enfermedades y la naturaleza. 

Puede sanar la emoción, puede sanar lo físico y puede sanar lo espiritual. SANAR es hacer la persona restaurar la salud, hacer la persona entera de nuevo, restaurar el alma de nuevo por los heridos hechos por pecados. Jesús nos invita a su reino a transformar nuestra vida y las vidas de los otros que encontramos en esta vida. Es invitación de cambiar. Es una invitación muy bella. Es muy bella porque Jesús nos enseña que podemos orar en cualquier lugar, en el templo, en el desierto, en hogares y en las calles. También nos enseña que podemos sanar en todos días a todos tiempos.

Ahora San Marcos nos habla del milagro de Jesús. Jesús, un judío, estaba en el templo enseñado. Los que estaban con él dijeron en admiración en como enseñaba con plena autoridad o autoridad divina y no como los maestros de la ley. Ese día, había un hombre impuro que tenía un demonio. Él dijo. Jesús de Nazaret has venido a destruirnos? Yo te conozco y sé que eres el Santo de Dios. Jesús sanó este hombre, le expulso el demonio y todos estaban asustados. ¿Quién es este que expulsa demonios y lo obedecen?

Jesús también puede sanar el espíritu. Cuando Saul caminaba hacia Damasco, encontró una luz brillante de los cielos. Luego Saulo cayó al suelo, y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» 

Saulo preguntó: «¿Quién eres, Señor?» La voz le contestó: «Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo. Levántate y entra en la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer.» Luego Saulo no pudo ver ni comer por tres días. Dios envía su sacerdote. Ananías fue a la casa donde estaba Saulo. Al entrar, puso sus manos sobre él. el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo. 

 Al momento cayeron de los ojos de Saulo una especie de escamas, y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado. 

Jesús tiene autoridad sobre la naturaleza. Jesús camina en una barca con sus discípulos y encuentran una tormenta poderosa. Las olas azotaban la barca y los discípulos tenían miedo de ahogarse. Jesús estaba dormido y lo despertaron. Jesús se levanta y dice que se calmen los vientos y el mar. ¿Quién es este que calma los vientos, el mar y lo obedecen?

Cada semana oramos por muchos y cada semana en el folleto hay muchos nombres. Tratamos de comunicar o visitar a muchos que son de San Felipe, pero algunas veces no se puede. Así, podemos llamar por teléfono o celular para hablar y conocer como siguen. Siempre hay milagros, quizás milagros pequeños, pero milagros. Recuerdo una persona que tenía cáncer y había llegado a diferentes tratamientos como quimioterapia o radiación. Estos siempre los hacen muy débiles y muchas veces se cae el pelo. Me dio tanta alegría cuando me dijo que estaba libre del cáncer. Oración es buena medicina, es poderosa medicina y sabes que no cuesta nada solamente su amor y unos minutos.

Así como todos los fieles de Jesús y niños de Dios, siempre debemos dar gracias y alabanzas al Señor. Nuestro compromiso de FE con Dios, unos con otros, es afirmar las palabras de la Biblia y poner estas enseñanzas en acción. Las obras que Dios nos ha dado quizá son sencillas y todavía muy importante. Nuestras oraciones ayudan sanar a nuestros amistades y familiares. Pero, también a los extranjeros. Dones de Dios para el pueblo de Dios.

Hermanas y hermanos, vivamos centrado en la divina autoridad de Jesús y con esto somos fieles a esta autoridad revelada en sus palabras y también en sus obras.

Al fin de cada misa, hay la despedida que nos envía para hacer la voluntad de Dios y su hijo, Jesucristo. 

Vayan en paz para amar y servir al Señor y su pueblo. AMEN.