The Cathedral of St. Philip - Atlanta, GA

Fe

Un sermón de Padre Juan Sandoval
Pascua 2, Año B

 

El año antes vimos muchos fuegos. Los fuegos que quemaban acres y acres. En California, en Hawái, por muchos lugares y dejo nada. Todo negro, nada verde. Pero con tiempo llego algo brotando, vida nueva. Quizás pasto, flores y árboles. Vida nueva de lo que parecía muerto. 

Recuerden que hace como tres semanas cuando Jesús estaba hablando a sus discípulos y le dijo, a menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.

El domingo antes, Pascua, nos habla de la resurrección de Cristo Jesús. Él que fue el grano que murió y dio mucha cosecha. 

Si vemos alrededor de nosotros, vemos las semillas que han caído a la tierra y ahora brotan. Pascua es tiempo de vida nueva. Tenemos cincuenta días de Pascua hasta que llega Pentecostés. Es tiempo hermoso y nosotros somos como los granos o las semillas que ya brotan vida nueva. Así como Jesús transformo y como nosotros debíamos transformarnos durante la cuaresma y ahora ser resucitados. 

Esta mañana escuchamos palabras de FE. Fe que está en nosotros y que muchas veces no podemos describirla. FE es de la relación con Dios. Las palabras de Juan son palabras poderosas. ¿Que son estas palabras? Son palabras de sumario, de resumen del propósito de la escritura. Para el clérigo, les da el propósito de predicar, especialmente de la predicación de Pascua.

Todo escrito por San Juan no es para su información, no es para su entendimiento, no es solamente es para decir lo que usted creé. El propósito de lo que Juan ha escrito es que de veras todo es de su relación y el apoyo que nos carga a esa relación. Creer no es de credo, pero sencillamente es de relación. Relación para brotar algo nuevo. 

Escribir de nuevo las palabras evangelio, pues pienso que no se puede. Pero piensen en lo que Juan escribió. 

Primero, ´ Paz a ustedes´. Jesús enseña sus marcas y luego repite, ´ Paz a ustedes! Como el Padre me envió, yo envió a ustedes. ´ Palabras poderosas que son como mandatos de Jesús, de Dios, a los apóstoles. Luego sopla aliento a los apóstoles y dice ´reciban el Espíritu Santo. Les da el don para hacer el trabajo. A quienes les perdonan los pecados, los serán perdonado. A quienes no les perdonan los pecados, no serán perdonados. ´

Segundo, recuerdan que Tomás no creía lo que dijeron los otros del Cristo resucitado. Él tenía sus dudas. Dijo, no puedo creer has que pongo mi mano es su lado y mi dedo en sus manos. Luego puedo creer. Pues Jesús llega de nuevo el día octavo y dice ´ Paz a ustedes´ y dice a Tomás, Pon tu mano aquí en mi costado y su dedo en mis manos. Así todos que no han visto a Jesús y no ha puesto su dedo en su lado, pero todavía creen en mí, el Señor resucitado, son dichosos. Es la verdad en esa temporada y también hoy. Ellos que creen y no han visto, son dichosos. 

Tercer, cada semana de una manera o otra, digamos el credo, El Credo Niceno . . . una oración de lo creemos, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La semana pasada renovamos nuestro pacto o votos bautismales que en verdad es un credo y cinco cuestiones de nuestra vida con Dios y en Dios. 

Cuarta, Su FE. Piense en su vida cuando has dicho no lo puedo hacer. Quizás piensas como Tomás que no creía y parecía que no tenía FE.

Su FE siempre es su Fe y su relación con Dios. Hay tiempos cuando su FE esta débil y hay tiempos cuando su FE está muy fuerte. Cada uno puede compartir su Fe, su amor con todos que desean llegar a conocer a Nuestro Señor Jesucristo. En la Biblia hay profetas, ha discípulos que algunas veces tenían sus dudas, pero llegaron a ser profetas y discípulos grandes. Pedro, la piedra angular de cristianismo, tuvo sus dudas y también rechazo a Jesús. 

Les digo esto para que todos piensen en su relación con Dios y en su Fe. Jesús nos pasó la Paz, nos enseñó el Padre Nuestro, y cuando digamos el Credo, digamos que creemos en Dios y como Jesús envió a sus discípulos, nos envía a nosotros al mundo. No nos dice que debemos quedarnos atrás de puertas cerradas, pero que salgamos al mundo y seguir el ejemplo de Jesucristo. La resurrección no es un tiempo, no es un evento de una vez, es un proceso. Un proceso que en verdad nos forma en cómo vivir. Salgamos con alegría y gratitud. 

¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya! 

AMEN.